La pinsa romana, la alternativa del momento.
La pinsa es una base precocida elaborada con una mezcla de harinas seleccionadas de alta calidad: harina de trigo blando, harina de soja y harina de arroz.
El resultado de esta combinación es una base baja en calorías, con menos porcentaje de gluten que la pizza y con un alto contenido en proteínas. Más nutritiva, crujiente y ligera.
La diferencia más destacable es que la pizza se elabora solo con harina de trigo, con lo cual, la base es más calórica, absorbe menos cantidad de agua y su fermentación es de unas doce horas.
La pinsa requiere más tiempo de fermentación ya que absorbe más cantidad de agua. El resultado también es sensiblemente distinto, las bases de pinsa son más crujientes por fuera, suaves y blandas por dentro.
Se encuentra a medio camino entre la focaccia y la pizza, por su larga fermentación que oscila entre 24 y 48 horas, resulta muy ligera y esponjosa.
La pinsa de pinsalab es una base ya precocida, con lo que nos ahorramos todo el tiempo de fermentación.
Antes de hornear, para un uso óptimo, te aconsejo dejarla descongelar entre 10 y 20 minutos. Una vez descongelada, rellena a tu gusto y hornea en un horno profesional de piedra entre 4 y 6 minutos a una temperatura de unos 300ºC y entre 5 y 7 minutos si usas un horno convencional a una temperatura de unos 240ºC. El tiempo varía según los ingredientes que añadas encima.
Si quieres acelerar el procedimiento, puedes rellenar la pinsa con la base aún congelada, pero debes dejarla más tiempo en el horno, entre 7 y 8 minutos con un horno profesional de piedra a una temperatura de 300ºC y más de 8 minutos si usas un horno convencional a una temperatura de 240ºC. Aunque mi consejo es que la dejes descongelar previamente, esta pinsa te ofrece múltiples usos.
Te ofrecemos distintos formatos y gramajes para que encuentres el que más se adapte a tus necesidades. Entre nuestros destacados, te aconsejo la pinsa romana
Si la pruebas y te apasiona como a mí, déjame un comentario 😊