La Pala
Auténticas pizzas romanas en el Poble Sec
Antes de entrar en el local que La Pala tiene en la calle Paral·lel ya podemos intuir qué encontraremos dentro. Una gran pala de madera a las puertas del bar nos indica que las pizzas son las grandes protagonistas de su carta. Pero no son pizzas cualquiera, son pizzas alla pala, típicas especialmente de Roma. Las vemos en el mostrador, situado a la entrada de este local de ambiente moderno y distendido. Grandes y alargadas pizzas que se sirven al corte y con todo tipo de ingredientes: quesos, setas, hortalizas, speck e incluso salsa de trufa. Quizás de ahí venga ese aroma tan sugerente que sentimos nada más cruzar las puertas.
Carlos, uno de los socios, nos explica que el secreto de las pizzas de La Pala está claramente en la masa. A través de un proceso de fermentación lenta, los pizzaiolos del restaurante consiguen una base crujiente, ligera y de textura inigualable, que se cuece con paciencia en un horno con base de piedra.
El local no es muy grande y esto, junto a la decoración industrial elegida con gusto, lo convierte en un espacio muy acogedor que podría encontrarse perfectamente en pleno barrio del Trastevere. Paredes de piedra, plantas naturales y luz tenue. Los detalles están cuidados y en todo el restaurante vemos guiños a la cultura gastronómica italiana: botes de cristal con aceites aromáticos, pastas y bebidas de marcas italianas conocidas alrededor del mundo. -¡Incluso la música es Italiana!-
Cada rincón de este restaurante tiene algo que lo hace especial, pero hay una mesa que es sin duda la favorita de todos los clientes. Llegamos a ella subiendo unas escaleras. Está situada en un espacio único, abierto y con una barandilla desde la que se ve todo el espacio: la barra, el mostrador y el resto de mesas. Con estas vistas del restaurante aún se degustan mejor las propuestas de la carta.
Un viaje a las calles de Roma
Las mesas están puestas con sutileza, aunque la barra también parece un buen espacio para degustar la cocina de La Pala. Comer mientras vemos llegar pizzas, lasañas y parmigianas recién sacadas del horno puede ser una buena idea. También en esta zona podemos ver la gran cantidad de bebidas italianas que se sirven en el local: cervezas artesanales importadas de Italia, aperol, grappas y limoncellos. Cuando nos fijamos en la carta, que huye de presentaciones formales, vemos que prácticamente todos los vinos son italianos. Sin duda, detrás de este restaurante se encuentra alguien que conoce bien el producto italiano.
Simone, socio de Carlos y nacido en Roma, es quien se encarga de comprar el producto e ir mejorando la carta. Su experiencia en el mundo de la hostelería y su curiosidad por todo lo relacionado con la gastronomía hacen que en La Pala todo gire en torno al producto de calidad y, por supuesto, importado de Italia.
Sabor romano 100%
Además de pizzas* alla pala*, en la carta del restaurante encontramos otros platos típicos únicamente de Roma. Uno de ellos es el supplì. Por su cobertura de pan rallado puede parecer una croqueta, pero no lo es. Cuando abrimos esta bolita, descubrimos una masa hecha de arroz con sofrito y queso mozzarella fundido. Un mordisco crujiente y meloso a la vez, de sabor delicioso. También la parmigiana, consistente y súper sabrosa, nos deleita el paladar. Todo ello, termina de dar forma con el tiramisú de pistacho, un postre único elaborado con la receta familiar de un antiguo cocinero italiano de La Pala.
Comer en La Pala es olvidar por un rato que estamos en plena calle Paral·lel de Barcelona. La experiencia en este local es puramente italiana, de principio a fin. Quien lo visite, debe saber que también podrá sentarse en su terraza, o recoger su comida para comérsela en casa. Sea como sea, sabemos que todo aquel que deguste su maravillosa pizza de speck o cualquiera de sus pastas frescas con salsa casera, no dudará ni un momento en repetir.