La Milanesa
Showcooking y cocina italiana elevada al siguiente nivel
Cuando alguien no se conforma con lo básico se nota enseguida. Este es el caso de Marco Calamita, un joven con una energía asombrosa y un gran sentido de la creatividad que se encuentra al frente de un restaurante en Castelldefels. Llegamos a La Milanesa después de cruzar todo el puerto, ya que es el último restaurante de esta zona. Sin embargo, como dice él mismo “si llegas a Castelldefels por mar este es el primer restaurante que ves”.
El local de La Milanesa está casi rodeado por mar y tiene unas vistas de lujo. Es grande, tiene dos plantas, dos terrazas y un gran ventanal que permite que los clientes vean el mar mientras degustan la cocina italiana del chef. Ya desde fuera se puede ver un imponente horno de leña, ubicado de forma que los comensales puedan ver como Vincenzo, el pizzaiolo y cocinero de La Milanesa, elabora sus pizzas. En este momento, todavía no sabemos que en este restaurante no solo nos esperan pizzas normales.
En la parte de arriba, una barra con algunas herramientas para cocinar nos indica que el showcooking es un elemento importante para La Milanesa. La luz natural y las vistas son increíbles desde esta parte, donde la decoración marinera y los elementos náuticos están mucho más presentes.
Burrata fritta, cocina frente al cliente y mucho más
En La Milanesa se sirven platos tradicionales y clásicos de la cocina milanesa y la cocina napolitana, pero estos solo son una pequeña parte de la propuesta gastronómica de este restaurante. Además de platos típicos de otras zonas de Italia, Marco ha incorporado a su carta sugerencias que fusionan la cocina de otros países, dando como resultado platos originales muy difíciles de encontrar en cualquier otro restaurante y que, sin duda, llaman mucho la atención de los comensales.
Hablando con Marco nos damos cuenta de la energía y la experiencia de este chef que, además de trabajar como chef italiano privado para el escultor Anthony Quinn o la familia real de Emiratos Árabes, ha presentado innovaciones y técnicas a distintos concursos de cocina. Con ellos no solo ha ganado premios, sino también el reconocimiento y el carisma de todos los clientes que pasan por La Milanesa y se van con una sonrisa después de tal experiencia culinaria.
Pedimos la burrata fritta por recomendación del chef. Vincenzo se acerca sujetando una gran masa frita que tiene forma de burrata y coloca el plato en la mesa. Cuando empieza a cortar la masa, la burrata y los otros ingredientes del interior salen humeantes y llenan el plato. El jamón de parma, el parmesano, la berenjena y la albahaca se fusionan con la burrata derretida y la masa frita del exterior, dejándonos un bocado delicioso, distinto a cualquier cosa que podamos haber probado. Este suculento plato es sin duda un buen ejemplo del fenómeno gastronómico conocido como food porn y, además, tiene un sabor exquisito. Ahora entendemos porqué este es el plato más demandado por los comensales.
Nos dejamos llevar por las sugerencias de Marco y probamos los paccheri con chocolate negro, tomates amarillos y gamba. Cuando escuchamos el nombre del plato le pedimos al chef que nos lo repita. -¿”Lo hemos entendido bien”?-. Nos cuenta que eso de relacionar el chocolate con sabores dulces no ocurría antes y nos pide que probemos esta receta porque es la más original de la carta. La combinación de la gamba con el chocolate es cuanto menos curiosa, y los tomates aportan al plato el frescor justo. Un plato sorprendente y con una presentación de 10 ideal para quienes buscan sabores nuevos.
Cuando hablamos con el chef de este plato, se muestra orgulloso y nos cuenta que las combinaciones originales y los platos que van más allá de lo típico son su fuerte. Nos explica que su plato favorito son los tagliatelle alla romana: pasta con salsa carbonara que se cuece dentro de un shaker en frente del cliente. Esta técnica de cocción le encanta y, por lo que vemos, a los clientes también. Ahora entendemos porqué el restaurante se ha llenado y porqué todos saludan a Marco y a Vincenzo con esa efusividad.
La Milanesa es uno de esos restaurantes donde uno se siente como en casa, con la diferencia de que cada plato tiene algo único que lo hace inimitable e irremplazable.