El Limoncello ¿Y si lo usamos como aperitivo?

Hay digestivos italianos que son representativos de una zona, solo verlo, te trasporta a una región, a su cultura y a su gente. El limoncello es uno de ellos, un licor originario de Campania, conocido en todo el mundo, tradicionalmente preparado con limones orgánicos del sur de Italia. Aparte de ser el digestivo por excelencia, junto con la grappa, su versatilidad permite usarlo en cócteles y en postres.

Hoy es el protagonista de este post porque ha vuelto a ponerse de moda en el país transalpino, no ya como digestivo sino como aperitivo. Sí, has leído bien, como aperitivo. Y es que, en mi último viaje a Roma, antes de ir a comer, tuve una grata sorpresa, me dieron a elegir entre el Aperol Spritz o el Limoncello Spritz. Mis queridos lectores, no pude resistir la tentación ¡Y qué tentación!

Es maravilloso, sobre todo para los amantes de lo cítrico. Es en general una experiencia que no debes rehusar, algo más dulce que el Aperol, el limoncello añade a la mezcla una combinación muy equilibrada entre el seco del prosecco, el dulce del limoncello y las notas cítricas y frescas del limón y la menta o la albahaca. Una combinación perfecta.

Estas son las proporciones, si quieres prepararlo como lo hacen en Italia: 2 partes de Prosecco. 1 parte de soda (agua carbonatada o agua de sifón). 1 vasito de limoncello. Hielo. Limón cortado en rodajas. Una ramita de albahaca o menta fresca.

Preparación Prepáralo en una copa balón, como harías con el Aperol Spritz tradicional. Llénala de hielo. A continuación añade el vasito de limoncello y el prosecco. Acaba de llenar la copa con la soda. Mezcla y añade al final unas rodajas de limón y una ramita de menta o albahaca fresca. ¡Y listo! A disfrutar.